Los padres “quieren lo mejor para sus hijos”, pero al darles todo, no los están ayudando a madurar para hacerle frente a la vida.
Hoy en día la familia, ha ido en decadencia, en relación a la enseñanza de los valores. En épocas anteriores, los padres se encargaban, de que sus hijos fueran personas respetuosas en la sociedad en que vivían.
La sociedad es la que se afecta directamente con la limitación de la enseñanza de valores. sufre problemas de criminalidad, drogadicción, alcoholismo, deserción escolar, maltrato a menores y mujeres, suicidios, entre otros.
Hoy en día la mujer tiene los mismos derechos que el hombre en el matrimonio; y La obligación en el mundo actual de que ambos miembros de la pareja trabajen, ha conllevado a que la educación de los hijos esté mayormente a cargo de los maestros y las niñeras.
COMO CAMBIAN LOS TIEMPOS
- Antes la mujer permanecía al lado de su esposo, porque no era común que ella trabajara, debía criar a sus hijos. Y una mujer divorciada o madre soltera no era bien vista por la sociedad. Hoy en día se ha independizado y puede inclusive mantener sola a sus hijos.
- Antes el padre por ser cabeza de hogar, con sólo una mirada, todos sabían lo que tenían que hacer y había obediencia. Pero hoy en día ejerce su autoridad hasta con violencia. Es decir no causa respeto, sino temor.
- Antes la familia no era tan consumista, todo servía y pasaba de una generación a la siguiente: muebles, manteles, juguetes, etc. Hoy todo se tira, y se tiene que volver a comprar.
Los padres “quieren lo mejor para sus hijos”, pero al darles todo, no los están ayudando a madurar para hacerle frente a la vida. Llegan a pensar que se merecen todo; sin dar nada a cambio; se vuelven individualistas, egocéntricos, exigentes, y prepotentes; pero sobre todo muy vulnerables. Son presa fácil de la frustración, la ansiedad, la depresión y la soledad.
Aprovechemos todas las oportunidades que la vida nos ofrece para educar a las futuras generaciones.